miércoles, 1 de diciembre de 2010

¡COACHING: PUENTE ENTRE DOS PARADIGMAS!

La alcaldía de una pequeña localidad decidió construir un nuevo puente en su comunidad. Una vez construido, decidió que debía contratar los servicios de un vigilante para que nadie hiciera un mal uso de él. Por supuesto, el vigilante cobraría un salario mensual, así pues también había necesidad de contratar a un contable. Éste a su vez decidió que era necesario contratar a un tesorero y con un vigilante, un contable y un tesorero era imprescindible también tener un administrador que gestionara el proyecto. Pero los malos tiempos llegaron, y desde la capital llegaron órdenes a la alcaldía para que recortaran costes de inmediato; así pues había que reducir en una persona la plantilla. Y el alcalde no dudó ni un segundo en aconsejar a su equipo que el puesto más irrelevante era ciertamente el del vigilante ¿para qué necesitaban a un vigilante si era un pueblo muy tranquilo?
¡No podemos confiar en alguien que no diagnostica antes de prescribir! Pero, en nuestros procesos de decisión, ¿cuántas veces nos precipitamos a arreglar las cosas sin habernos tomado el tiempo necesario para entender profundamente la verdadera raíz del problema y sin habernos preocupado por obtener toda la información necesaria? Lo que evidentemente conseguimos al actuar así es que en lugar de resolver el problema, éste siga pululando días, semanas o meses sin resolverse.
Una buena parte de las organizaciones de hoy en día ha desarrollado una ceguera funcional a sus propios errores; no sufren porque no son capaces de resolver los problemas, sino porque no son capaces de verlos.
La mayoría de las empresas son incapaces de ver el enorme talento y creatividad de sus empleados y eso hace que muchos individuos estén insatisfechos con sus trabajos, y sólo rindan una pequeña parte del enorme potencial que llevan dentro y que aún está por descubrir. Actuando de esta manera, las organizaciones consiguen alejar a los individuos del espíritu de alcanzar un objetivo colectivo y acaban centrándose en sus intereses personales, que son los que impiden que la empresa pueda crecer a un ritmo más rápido.
Es a través del coaching que los clientes aprenden a encontrar su propia voz, a quitarse esa venda de los ojos para ser capaces de ver sus propios errores y aprender de ellos, a descubrir todo el talento que llevan dentro y todo lo que pueden lograr gracias a él.
El coaching ayuda a las organizaciones, equipos de trabajo e individuos a trabajar y desarrollar la escucha empática, a dar reconocimiento, a afianzar la confianza, a mejorar la comunicación, a afrontar cambios con energía y optimismo, a ser asertivos y a hacer las preguntas adecuadas para acercarse a esos resultados extraordinarios que tanto individuos como organizaciones quieren obtener.
Siempre que nos centremos en trabajar los comportamientos y las actitudes conseguiremos cambios marginales; pero si nuestro objetivo es el cambio significativo nos hemos de focalizar en los paradigmas. Para atravesar con seguridad ese puente que nos llevará desde nuestro paradigma actual al nuevo paradigma que queremos alcanzar, hemos de empezar a trabajar desde dentro hacia fuera; no podemos conseguir victorias públicas si no hemos conseguido victorias privadas primero.
El coaching nos ayudará a trabajar nuestra inteligencia emocional, a identificar nuestras creencias limitadoras y sustituirlas por otras fortalecedoras, a descubrir y alimentar nuestros sueños y objetivos que son los que nos permitirán crecer continuamente y nos acercarán a nuestro máximo potencial; y, por último, a identificar nuestros valores y principios, que rigen nuestros procesos de toma de decisiones para que éstas sean lo más ágiles, sólidas y eficaces posibles.
Con esto en mente, aunque el vigilante del puente ya no esté en su puesto, individuos y organizaciones serán capaces de cruzar ese puente hacia el cambio con más confianza y seguridad que nunca.

1 comentario:

  1. Interesting anecdote! This article just made me rethink my management style. I just realized I'm neither unleashing my staff's potential nor allowing them to grow. Thanks for the food for thought!

    ResponderEliminar